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Siddo Oumarou

 

Desde la adopción, ¿qué piensa usted que han sido las aportaciones de la Convención para las personas con discapacidad de su país?

En primer lugar está el hecho de que, desde hace varios años, las personas con discapacidad son conscientes de que tienen derechos como todo el mundo, que deben gozar de derechos humanos al igual que cualquiera. Esta concienciación es muy importante, porque suscita numerosos movimientos reivindicativos. Todavía recuerdo las últimas elecciones en Níger, donde tuvimos a 7 candidatos en las elecciones, a nivel de la Asamblea Nacional. Eso no había pasado nunca en la historia del movimiento de las personas con discapacidad; habíamos tenido a dos candidatos en 2011, pero también fue a raíz de la Convención. Y hubo unos 50 candidatos a nivel de las elecciones locales. Eso me parece que es una concienciación sin precedentes. Existe una verdadera voluntad de participar en las instancias decisorias del país. Incluso una de nuestros miembros fue nombrada Secretaria General Adjunta de la provincia de Niamey y su trabajo fue muy apreciado durante el mandato del Presidente de la República, que ya ha finalizado. A nivel de la Presidencia de la República, se encuentra también un consejero encargado de la cultura, del deporte. Hay responsables a nivel de la Presidencia, a nivel de la oficina del Primer Ministro, algunas personas ciegas y personas con discapacidad motriz. El cambio ha comenzado. No se puede decir que la gran masa haya adoptado un cambio importante en la vida cotidiana. Porque la pobreza, la ignorancia, siguen presentes. Cuando se habla del Níger, se está hablando del último país a nivel del desarrollo humano. Con todo lo que eso conlleva, la pobreza, la falta de vivienda adaptada. Pero, en todo caso, se observa un comienzo de cambio.

¿Puede citar acciones emprendidas con personas con discapacidad de las que usted se sienta orgulloso?

Citaré como ejemplo la acción que hemos realizado para lanzar la campaña de promoción de los intereses para la armonización de la legislación nacional con la Convención. Cuando la iniciamos, quisimos hacerlo con la gran masa: los miembros de base de las asociaciones de personas con discapacidad. Alquilamos la casa de los jóvenes y de la cultura de Niamey (con espacio para unas 1 500 personas sentadas). Nuestra ambición fue llenar la casa. Antes del comienzo de la ceremonia, presidida por el Director del Gabinete de la Ministra de la población y de las reformas sociales, nos sorprendió ver que no solo se había llenado la casa de los jóvenes, sino también la calle frente a la casa estaba llena de gente; ya no había espacio para aparcar vehículos y dejar entrar a más gente. Las autoridades estaban tan sorprendidas, que el Alcalde, el Presidente de la ciudad de Niamey llamó en plena ceremonia para pedir al Director de la casa de los jóvenes y de la cultura que devolviera los gastos de alquiler. Eso lo hizo ante tanta masa crítica que habíamos conseguido reunir para el lanzamiento de la ceremonia de promoción de los intereses. Eso demuestra la esperanza que la Convención ha suscitado entre las personas con discapacidad.

¿Podría citar algún ejemplo de implicación en el proceso de aplicación de la CDPD en su país?

La acción que me fascinó más fue mi participación en la elaboración del Plan de Desarrollo Económico y Social que Níger adoptó en 2011, para el periodo 2011-2015. Se prorrogó por un año más, hasta finales de 2016. Es el documento de referencia para todas las acciones de desarrollo en Níger. Representé a la Federación en la elaboración, el seguimiento y la evaluación de este programa. Esto me dio la oportunidad de codearme con altas personalidades, incluidos los representantes directos del Presidente, del Primer Ministro. Tuve la oportunidad de promover la causa de las personas con discapacidad, además de las acciones inscritas en el programa para las personas con discapacidad. Puedo citar también numerosas formaciones que realicé: sesiones de sensibilización en torno a la Convención, en particular, en la Presidencia de la República, ante una veintena de consejeros del Presidente. Esto permitió plantear grandes cuestiones como la capacidad jurídica de las personas con discapacidad, que suscitó gran interés y debate. Por eso doy las gracias a todas las personas que me dieron la oportunidad de poder hablar de la Convención, de comprenderla y de poder hablar válidamente con juristas.

¿Cuáles son los desafíos para el futuro? ¿Qué queda por hacer para aplicar la Convención?

Está todo por hacer. Ha habido un principio de concienciación de las autoridades, lo que es bueno; se puede decir que las autoridades cada vez tienen más voluntad. En Níger nos encontramos aún en la fase de la armonización de la legislación con la Convención. Se creó una comisión, se encargó un estudio y ya tenemos un anteproyecto de ley para la armonización legal, lo que sigue siendo el primer desafío en mi opinión, esperamos que la ley se adopte a finales de 2016 o a más tardar en 2017. Ahora, hay que hacer frente a los verdaderos problemas con los que se ven confrontadas las personas con discapacidad: entre ellos, el problema de la educación. Níger es un país vasto, con 1 267 millones de km², con muchos pueblos que todavía tienen muchas reticencias en cuanto a la educación de los niños con discapacidad. Es necesario emprender campañas de sensibilización. Es necesario suscitar la movilización de recursos humanos, materiales y financieros para que esta educación sea una educación inclusiva y de calidad para todos los niños con discapacidad. Los desafíos en términos de protección social. Hay niños discapacitados que son movilizados como fuente de ingresos por sus familias para esta actividad innoble que es la mendicidad con la que hay que acabar cueste lo que cueste. En particular, encontrando actividades generadoras de ingresos para las familias, o a través de ingresos mínimos de supervivencia. En términos de desafío se puede hablar también de la situación de la inaccesibilidad de los establecimientos sanitarios. En el ámbito del empleo, Níger está en cierto modo adelantado, pero hay que consolidar este adelanto, ampliando las posibilidades de empleo para las personas con discapacidad que no hayan podido ir a la escuela. De momento, tenemos cuotas de 5% en la administración pública y en el sector privado. Siempre es válido, pero es necesario ampliar estas posibilidades, en particular, a través de las posibilidades de autoempleo y de medidas de estímulo para las empresas privadas.

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